domingo, 13 de enero de 2013

Sí pues, Dios hace las cosas de forma misteriosa.

Hace unos años, pensé que todo se había acabado para mi. Ya no bailaría marinera, nunca llegaría a poder ir a un concurso en Trujillo y menos, ganar un campeonato. Un sueño, eso nada más, algo que sería bonito, pero era tan lejano. Bueno, Dios me hizo darme cuenta que esta vida esta llena de oportunidades, que no es que no las hayan sino que aún no es el tiempo. Y así sucedió, en el momento que menos pensé, cuando parecía que todo sería gris, llegó la oportunidad de concursar en Trujillo y ganar. Sí, tal vez no como lo había imaginado, pero un campeonato al fin. ¿casualidad? no lo se.

Tiempo después, nuevamente el baile se alejó de mí (o yo me alejé de él) y me sentía, como que vacío. Entonces, Dios me dio otra chance: una audición. Pero, Erick, jamás has hecho una audición como la que te plantean, dije. ¿cantar? que miedo. Pero, bueno, no hay peor gestión que la que no se hace, lo peor que puede pasar es que te digan que no y entonces será que eso no es para ti. Fue una linda audición, no lo puedo negar, no me fue tan mal, pero parece que no salió como hubiera querido. Sin embargo, nuevamente, y para sorpresa mía, pasé la audición. ¿coincidencia? ha de ser que Dios me quiere decir algo. Tal vez sí sirvo para eso. 

De verdad, que sí, la vida es un sueño  y es lo mejor que nos puede suceder. Soñar, por más imposible que parezca, es lo que mueve este mundo, nos mantienen caminando hacia adelante  y nos hacen sentir vivos. Por más loco que parezca, todos los sueños, de una u otra manera, se pueden hacer realidad.



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... y seguimos cantando...