jueves, 19 de agosto de 2010

Vivir, siempre vivir...

Cuando todo estaba planeado para salir a celebrar el cumpleaños de mamá, era día de semana así que no pasaríamos de una cena en familia y por ahí uno que otro baile hasta temprano, recibo una llamada de mi hermano mayor que me informa de una lamentable pérdida: uno de los mejores amigos de mamá había fallecido.
La muerte es algo que a todos nos llega, eso es un hecho, pero siempre encontrarse; de repente, con ella es una sorpresa de la que nadie está preparado. Aún cuando teníamos información de que el señor, ya mayor él, estaba bastante mal, no pensamos, realmente quién lo piensa?, que pasaría el mísmo día, que mamá, muy ilusionada por cierto, cumplía años. Por supuesto que la celebración se pospuso y mamá asistió al velorio como era lo correcto, pero la perdida, a pesar de todo, fue muy dolorosa.
Luchito era un señor muy bueno, amable y súper cariñoso y podría decir que siempre hizo las cosas de la mejor manera que sabía hacerlas; a su manera. A pesar de tener una forma particular de caminar nunca se detuvo no permitió que nada lo detuviera; siempre tenía la palabra exacta y el ánimo en alto. Luchito era un señor como pocos. Su sonrisa siempre iradiaba sinceridad y el amor por su esposa era ejemplar.
Que siempre estes bien Luchito, ahora que estás con el Señor, vela por nosotros, como siempre lo has hecho y llenate de paz, tal cual y como siempre nos la supiste dar.

Esta canción, cantada por una excelente cantante Collette en un concurso mexicano de canto "La academia" me trajo recuerdos de Lucho y que siempre hay que vivir la vida, equivocarse, aprender, caer y levantarse y siempre vivir a nuestra manera.

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